
Entre sus principales frases que, por su puesto, no reflejan el pensar ni sentir de todos los escritores, expresó: "Desde hace algún tiempo el escritor ha dejado de tener la arrogancia de creer que puede cambiar el mundo o de que sus relatos y novelas forjan un mejor modelo de vida. Hoy sólo quiere ser testigo".
El escritor dio como título a su discurso, por una frase del literato sueco Stig Dagerman, "En el bosque de las paradojas".
Y bueno; teniendo en cuenta que ahora expresar frases hechas ya con la obtención del Nobel en la mano, no hay porqué caerle bien a nadie. Típico, salvando las distancias años luz, ahora un escritor se le da por afirmar que su blog es exitoso, y ¿quién es existoso hoy en día? Pues nadie, somos tan sólo iguales a todos, con un par de cosas que nos diferencian. Ojalá cambie por su subconsciente bien.
Harry Cañari Atoche
1 comentario:
No me cae ese escritor.
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