lunes, 29 de diciembre de 2008

Robert Louis Stevenson tendrá su "isla del tesoro" en Internet



Títulos como La isla del tesoro (1883) o El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886) dieron fama a Robert Louis Stevenson, pero también eclipsaron el resto de su obra, cuya reputación quiere restaurar ahora una nueva página de Internet.

Admirado por Jorge Luis Borges, Ernest Hemingway o Vladimir Nabokov, Stevenson (1850-1894) es considerado por muchos lectores como un simple autor de novelas de aventuras, imagen reforzada por los filmes de Hollywood sobre sus obras más conocidas.

Sin embargo, la carrera del escritor escocés, trágicamente acortada por una hemorragia cerebral, incluye poesía, relatos infantiles, libros de viajes, novelas históricas y ensayos literarios, impregnados todos de un estilo elegante y sobrio.

Con ese rico legado en mente, la Universidad Napier de Escocia busca rescatar el prestigio de Stevenson con un sitio web como una "Isla del tesoro" creativo del autor, tal y como reza el título de su célebre libro de piratas.

El portal, que se inaugurará en enero de 2010, ofrecerá al internauta la biografía y el texto completo de las obras del escritor, además de amplia bibliografía y la serialización gráfica de libros como El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Igualmente, los cibernautas tendrán acceso a fotografías y documentos personales de Stevenson, muchos de los cuales se guardan celosamente en el Museo de Escritores de Edimburgo.

"La reputación de Robert Louis Stevenson ha sufrido durante años porque se le ha considerado un escritor de historias para gente joven", dijo a Linda Dryden, profesora de Literatura de la Universidad Napier e involucrada en el proyecto de la web.

"Nuestro objetivo es revisar esa reputación y presentar a Stevenson como un escritor serio de literatura seria", de modo que su talento alcance a una "mayor audiencia", afirmó Dryden, al asegurar que "no existe ninguna web exhaustiva" sobre el escritor.

En opinión de la profesora, el escocés fue un autor "muy importante" que, sin embargo, no ha gozado del reconocimiento otorgado a algunos de sus colegas coetáneos, como Joseph Conrad y Rudyard Kipling.

Durante gran parte del siglo XX, la verdad es que muchos expertos clasificaron al padre de Dr. Jekyll y Mr. Hyde como escritor de "segunda clase", tanto que la Antología de Literatura de la Universidad de Oxford de 1973 ni siquiera mencionaba su nombre.

La nueva web contará con el respaldo de Edimburgo como primera "Ciudad Mundial de la Literatura", título concedido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

En 2007, la capital escocesa ya repartió gratuitamente en bibliotecas y escuelas unos 25.000 ejemplares de Las aventuras de David Balfour (1886), uno de los grandes clásicos de Stevenson, con el fin de potenciar la lectura.

También apoyan esa "isla del tesoro" cibernética el Festival Internacional de Literatura de Edimburgo, Publishing Scotland (organización que representa a las editoriales escocesas) y la fundación Carnegie Trust, que aporta 34.500 libras (50.700 dólares).

Como admite Dryden, Stevenson continúa siendo "popular" gracias, sobre todo, a La isla del tesoro, un vibrante relato que -en palabras del autor- trata de "piratas y oro enterrado", y a El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, una magnífica narración fantástica sobre el desdoblamiento de la personalidad.

Nacido en Edimburgo el 13 de noviembre de 1850, Robert Louis Stevenson hizo, pese a su achacosa salud, muchos viajes por el mundo, uno de los cuales le condujo a Upolu, una de las dos grandes islas que confirman Samoa, donde falleció el 3 de diciembre de 1894.

Según sostiene el escritor francés Alex Capus en su libro La otra isla (2005), el autor escocés se trasladó a vivir a Samoa, al sur del Océano Pacífico, para buscar el tesoro protagonista de su famosa novela.

Fuente: EFE, gracias a la revista Ñ

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Navidad, feliz navidad

Sólo, y no por eso menos, un simple deseo: ¡Feliz navidad!

Harry Cañari Atoche

domingo, 21 de diciembre de 2008

Entrevista al ganador del Starbucks 2008


Luego de una merecida espera; por fin pude charlar virtualmente con Andrei Bezzubikoff, ganador del Starbucks 2008, concurso organizado por dicha franquicia, Zeta y Mesa Redonda. Aquí unas cuantas preguntas en las cuales nos permite conocer un poco más al escritor.

Gracias a Andrei por brindarme la entrevista y agradezco también a Ricardo Sumalavia, Editorial Mesa Redonda, Cristian Crusat y a Heriberto Tejo por hacer lo mismo en su oportunidad.

Harry Cañari Atoche


Gracias, estimado Andrei, por regalarme unos minutos.

-¿Dónde se encuentra Andrei, ahora?

En una biblioteca pública -a unos cuarenta y cinco minutos de New York City- desde la cual puedo contemplar una especie de bahía sobre el río Hudson. El invierno ha empezado, y es aquí donde vengo por las mañanas a leer, escribir, a ver los jardines. A estar solo.

-Tengo entendido que tienes dos facetas: la primera, los negocios y la segunda, la más hermosa, la Literatura.

Tengo muchas facetas, y algunas de ellas me hacen muy feliz. Sobre los negocios, el único negocio que tengo, por ahora, es el de vivir. Me interesa mucho la economía porque me parece que explica elementos inexplicables en el comportamiento humano. Actualmente, la literatura es un anhelo más que una faceta. La literatura siempre me ha habitado, empecé a escribir poesía como a los catorce años por necesidad de expresar algo que no podía explicarlo de otra manera, luego, desistí de escribir, específicamente, dejé de mostrar lo que escribía, esto por casi diez años, y un día no pude más y me lancé.

-¿Te gusta el ritmo de vida que llevas actualmente? ¿Te agradaría cederle más tiempo a las letras?

El ritmo de vida, en New York, es el de las sociedades regidas por el libre mercado; producción y consumo. Es un ritmo que agobia, y si a ello le sumas el hambre de experiencias que uno lleva acuestas, mucho tiempo para el ocio aristotélico no queda. En New York hay mucha danza, cine y museos. Hay tanto que leer y conversar, mucho que caminar y contemplar, y sin embargo uno debe pagarse todos esos vicios. Claro, sí me gustaría cederle más tiempo a la escritura, y también, terminar mis estudios de filosofía que dejé un día para beberme este exilio.

Qué bueno... Ahora hablemos del cuento ganador:

-¿Cuál es la temática del cuento?

La misma, creo yo, que tienen los cuentos de iniciación; el amor, el amor que nace desde un mal entendido. Robándole la idea a Ortega y Gasset; el hombre se puede definir como el hombre y todos sus mal entendidos. Mal entendidos con el mismo, con los otros, con la naturaleza, y ese mal entendido nace de lo equívoco en la relación existente entre símbolo y significante.

-¿Cómo nació la idea de crear el cuento?

Creo que no existió nada parecido a la inspiración, pues este cuento se da por necesidad, una explosión provocada por una peregrina fuerza contenida en los años. El amor, la palabra, la incomunicación. Creo que este cuento responde a ese conocimiento a priori al que estamos impuestos, lo que tanto repitieron los empíricos del siglo XVIII.

-¿Cómo trabajas en la creación de tus historias?

Te decía que empecé escribiendo poesía, y era una poesía que siempre narraba algo. Siempre he tenido la coacción de contar, de relatar. Y para narrar intento un lenguaje poético. Sugerir, insinuar es tan importante como detallar. Soy muy artesano con mis historias, transito lento con ellas, como cuando se toma un café con algo de jazz, a pasos. Siento que crezco con ellas.

-Estás preparando algún material, quizá una novela...

Tengo algunas ideas, y estas son un tanto ambiciosas. Quizá esa es la razón por la cual no las he empezado a desarrollar seriamente. Lo que sí preparo es un libro de cuentos, creo que es lo mío. En los cuentos hay algo que la novela no tiene; la posibilidad de raptar al lector. El cuento por su tamaño se permite absorber al lector sin respiro, de principio a fin, no dejándolo escapar. Además, creo que el cuento es el intermedio entre la poesía y la novela, o por lo menos, eso es lo que yo pretendo con mis relatos.

Muchas gracias por tu tiempo Andrei.

Podrías dar unas líneas a quienes quieran seguir el camino de las letras.

Lo único que puedo decir, pues también yo empiezo, es que la literatura es un instante de inspiración y lo demás trabajo, y trabajo duro, sin embargo, nos permite hacer vivible la vida: por lo menos mientras escribimos.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Soledad


Te puedes zambullir en aquéllo que buscas, en tu proyecto. Te puedes convertir en tu mecenas, o trabajar por serlo. Te puedes dedicar, como horario de oficina, a ocho o nueve horas diarias a tu arte, a tus letras. Puedes ver el Sol que te saluda desde la ventana, mientras redactas tu filosofía. Puedes soñar el cuento de tu vida, que luego, quizá, sea el cuento en la vida de otros. ¿Porqué no? Pero hay un pequeño detalle: La soledad.

Esa que te susurra al oído y te dice visítame, quédate conmigo; mientras en tu ser la conjetura y el prejuicio de oírla o no, te puede conducir a algunas situaciones poco descriptibles. Ya no eres tú y el mundo, ya no eres el amigo eterno e inseparable, ahora eres una persona con un deseo, con dedicar -absurdamente para unos, pero bello para ti- a este mundo de la Literatura. ¿Qué hay de malo en querer cambiar el mundo con tus letras? ¿Acaso sólo los adultos lo pueden hacer? ¿No es la vehemencia de un jóven que permite muchos cambios, acaso?

Pero mientras le preguntas entre otra cosas a la soledad, ella se sienta contigo, a ver tu trabajo para que en el mínimo detalle te arremeta, te cuestione, te fatigue y aburra.

Pobre aquél hombre que se deja ganar por sus dependencias, y qué gusto por el hombre que vive por su independencia. Y pobre de aquél que cree que escribir es sólo sentarse frente a tu herramienta de trabajo y soltar las mejores ideas que tenga, pobre de aquél hombre que crea que deba contar lo que le paso a su canino, o al que crea que la Literatura es un oficio vano.

Mejor aun si tomas a la soledad por la capa negra y le das unas cachetadas, la acompañas amablemente hasta la puerta de tu casa, la llevas hasta la avenida principal y mientras pasan los autos la lanzas diciéndole:

¡Aquí, no te quiero!

Harry Cañari Atoche

"I'm yours"


¿Que en la música no hay Literatura? Claro que la hay, y como ya está a puertas el verano oficial por estas tierras, no le caerá mal al veranito playero que espera.

De lo bueno, lo mejor.


Y practiquen Literatura, de la buena.


Harry Cañari Atoche

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Montxo Armendáriz

No hay nada qué decir. Sólo oírlo, para quienes buscamos un buen sentido a la Literatura. Si es que pueden vean el corto Paisajes.

Harry Cañari Atoche

domingo, 7 de diciembre de 2008

Le Clézio: 'La Literatura no puede cambiar el mundo, pero es imprescindible'

Jean Marie Le Clèzio, brindó un discurso un tanto desalentador, en el antiguo auditorio de la Bolsa de Estocolmo, como antesala a la ceremonia de premiación que se llevará a cabo el 10 de diciembre por obtener el Premio Nobel de Literatura.

Entre sus principales frases que, por su puesto, no reflejan el pensar ni sentir de todos los escritores, expresó: "Desde hace algún tiempo el escritor ha dejado de tener la arrogancia de creer que puede cambiar el mundo o de que sus relatos y novelas forjan un mejor modelo de vida. Hoy sólo quiere ser testigo".

El escritor dio como título a su discurso, por una frase del literato sueco Stig Dagerman, "En el bosque de las paradojas".

Y bueno; teniendo en cuenta que ahora expresar frases hechas ya con la obtención del Nobel en la mano, no hay porqué caerle bien a nadie. Típico, salvando las distancias años luz, ahora un escritor se le da por afirmar que su blog es exitoso, y ¿quién es existoso hoy en día? Pues nadie, somos tan sólo iguales a todos, con un par de cosas que nos diferencian. Ojalá cambie por su subconsciente bien.

Harry Cañari Atoche